Ver, entender

Ver, « entender » y canalizar

Los médiums nacen con esta facultad. La educación, la cultura general y personal, la instrucción impartida a lo largo de la existencia y la madurez de la persona van a permitir a quien practica la mediumnidad el poder expresarse y describir en forma muy precisa lo que se «ve». Los errores a menudo proceden de: « no sé explicar lo que veo » o bien, « interpreto sin un paso atrás los signos y el simbolismo » o bien, para terminar, « ocupo herramientas que no sé utilizar ».Todo esto hace que cada practicante de la mediumnidad sea absolutamente único en cuando a su percepción, su método de trabajo y la recuperación de la información.

Esta facultad está directamente relacionada con ciertas áreas del cerebro. Hay quienes piensan que todo el mundo posee estas aptitudes. A título personal, y sin tener una visión elitista del tema – yo establezco bien la diferencia entre un intuitivo, (que utiliza el potencial presente en cada uno de nosotros), un clarividente y un médium. La intuición nos concierne a todos, la clarividencia es una facultad bien específica, y en cuanto a la mediumnidad, ésta consiste en la posibilidad de entrar en contacto con entidades – diversas y variadas – que operan en otros planos, sobrepasando el campo de la consciencia humana.

Hablemos, entonces, del conocido campo cuántico, estudiado y puesto en evidencia por el mismísimo A. Enstein ¿Dónde el practicante se « conectaría » en forma tan precisa?
Estas cualidades se expresarían, entonces, estableciendo un tronco común en el caso de un médium, pero no forzosamente en el caso de un clarividente. Sin embargo, toman prestado los mismos canales, los mismos receptores; y los mismos canales de retransmisión.