Pensé que era tiempo de poner a disposición del máximo de personas la posibilidad de tener acceso a mi trabajo de investigación, que he llevado a cabo desde hace más de 15 años hasta ahora, sobre estos temas apasionantes como son la clarividencia y los fenómenos que están asociados a ella. Es importante para mí poder comunicarme con todo el mundo, ya sea donde tú te puedas encontrar alrededor del mundo, ¡desde Seattle hasta Reijavik!
Hacer de este sitio un vínculo de intercambio dedicado y abierto al mundo.
L.L. : .¿Qué es lo que se busca cuando alguien llega a verte y a escucharte?
Cuando se consulta a alguien como yo se viene a recuperar un montón de información. El que consulta intenta ganar tiempo para tomar sus decisiones, de la forma más serena posible, sin presión ni restricciones. Ante todo estoy ahí para guiarlo. Un día, con sufrimiento, o en una encrucijada del camino, muchos deciden venir a consultarme. Es el caso, particularmente, cuando se pierde un ser querido o con respecto a cualquier aspecto de la existencia, como cuando se vende una empresa o se cambie de vida en 360°, o también cuando que se presentan interrogantes sobre el curso de los mercados.
Ahí hay que ser muy pro, extremadamente acogedor y preciso.
Reconfortar, desdramatizar y hacer que la gente tire para arriba también forman parte –para mí- de la misión. Es, quizás, la parte menos emocionante, pero es algo inevitable.
L.L. : . ¿Cómo ayudas a la gente, entonces?
Mi trabajo debe ser meticuloso y lo más preciso posible, como el trabajo de un relojero, para quien cada pieza debe ser tratada y estudiada minuciosamente.
En definitiva es una cartografía. Habría que pasar horas por persona y aun así, las informaciones que recibo son extremadamente numerosas, y contra toda expectativa, jerarquizadas. El paciente pasa bajo un scanner gigante, luego evalúo las zonas a tratar, al igual que en una radiografía.
La información es decodificada desde su llegada en forma muy precisa, y es allí donde se establece la estructura de la consulta. Hablo entonces de un inicio de lectura. Poco a poco hago un zoom sobre lo que es más importante y las visiones se vuelven cada vez más precisas.
L.L. : Troy, tú empleas frecuentemente términos médicos
Es ante todo un estilo metafórico, para mí constituye una forma simple y clara de hacer comprender a las personas la forma en que realizo mi trabajo. La precisión quirúrgica debería ser la línea deontológica de todo buen clarividente. Sobre nuestras espaldas recaen muchas expectativas y esperanzas.
L.L. : En todas las épocas, la ciencia y la medicina han buscado explicaciones sobre estos temas, que son la clarividencia y la mediumnidad, área que se enfrenta a las limitaciones de sus conocimientos.
La ciencia y la medicina son los murallones de defensa que existen con respecto a la ausencia de conocimientos reales y objetivos.
En forma paralela a mi práctica, sigo muy de cerca los estudios que se llevan a cabo sobre estos temas. Encuentro fascinante entre otros temas, el estudio del cerebro. Estas investigaciones científicas y médicas, reconocidas y serias, me ayudan a afinar mis conocimientos y mi correcto posicionamiento.
Por ejemplo, los estudios realizados por el profesor Jean Jacques Charbonnier, médico anestesista francés, y autores de varias obras me brindan elementos de reflexión, especialmente con respecto a la supervivencia de la consciencia después de la muerte.
L.L. : ¿Cómo se manifiestan tus visiones, si pudiéramos llamarlas así?
Es muy variable según las consultas y las peticiones formuladas. Cuando empieza la sesión todos mis sentidos están muy alerta. Mis percepciones están aguzadas al máximo en ese momento y entro en un estado de consciencia alterado. Más calmado, más relajado.
En ese momento debería medir mi frecuencia cardíaca para ver cómo está…¡sería divertido !
Antes de toda consulta hago una limpieza mental en mi cabeza para llegar a un vacío mental, y medito.
Este primer trabajo de introspección es indispensable: hay que acallar los ruidos mentales propios para recibir y procesar la información.
La persona llega y se sienta frente a mí, ahí empiezo. Casi instantáneamente vienen las imágenes, sensaciones, lugares, rostros, muchas escenas.
Esa es la parte animada. Luego viene toda la parte que yo denominaría simbólica, a interpretar como tal, y según la situación en particular. Las sensaciones físicas son también igualmente importantes. En resumen, la gama es amplia y es todo el cuerpo quien oficia de captador gigante con el fin de descifrar del mejor modo posible la información pertinente.
L.L. : ¿Te pasa a veces que no logras ver nada ?
Sí, por supuesto, cuando estoy cansado o enfermo. En ese momento preciso el canal de recepción puede cerrarse o volverse muy parasitado. A la inversa, pasa también en forma cotidiana y sin que yo pida nada, que me lleguen percepciones relativas a desconocidos, cuando están físicamente cerca mío, eso es algo frecuente.
Al recorrer las calles o al caminar por lugares públicos ¡me pasa lo mismo! Mientras más relajado me encuentre, más me ocurre y se manifiestan imágenes claras como el cristal.
La historia impregna los lugares: el suelo, por ejemplo, tiene una memoria que no conoce fronteras temporales. Esto puede traducirse en visiones sucesivas. Me explico: si antes hubo aquí una fábrica de libros, en 10 años ya está planificado que habrá un gimnasio o una cancha de balón mano. El lugar ya está pre-definido. En alguna época pasada pudo haber sido quizás un mercado o un pub.
Pero volvamos a nuestra interferencia. ¡Puede ocurrir en cualquier momento, o puede que no! Es así. El proceso de conexión es frágil. Todo el mundo es falible.
Otro ejemplo: El caballero o la dama que llegan con sus propios fantasmas, y proyectan sobre ti sus propios deseos; es lo mismo, es tremendo, ¡eso echa todo a perder!,
Un médium, vuelvo a insistir, no es un psiquiatra ni un analista, ni menos aún, un mago.
Incluso si por exceso de amabilidad se comporta un poco como terapeuta a pesar suyo. Pero debe cuidarse de no asumir esta responsabilidad. En mi opinión, un médium debe poder practicar una adecuada reserva.
En este caso, la lectura no se hace, la persona se va y se acuerda o no otra entrevista para otra fecha.
L.L. : La última pregunta, ¿Cuál es tu opinión sobre la profesión de médium?
La profesión ha sido desacreditada históricamente por personas poco escrupulosas. Sin embargo hoy en día existe un cierto número de practicantes serios. Me permito citar dos médiums por los que tengo mucho respeto, que son Maud Kristen y Yaguel Didier. Dos mujeres con un enfoque y una personalidad muy diferentes y que han contribuido enormemente a la ética de la profesión.
Espero seguir su ejemplo, continuar aprendiendo y hacer progresar este oficio.